Con la llegada al gobierno de Hitler, este no era muy optimista con el poder que podían llegar a desplegar los cohetes, por lo que redujo los presupuestos de la investigación al mínimo. Una vez alcanzada la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial, y viendo que los aliados ganaban posiciones, no le quedó más remedio que confiar en la cohetería como el arma que podría marcar las diferencias en la contienda. Pero ya era demasiado tarde, se había perdido un tiempo precioso y la producción de cohetes aún necesitaba perfeccionarse, pero había que intentarlo. El 8 de Septiembre de 1944 caía sobre Londres el primer cohete V2 (en la foto), marcando así el comienzo de una nueva era histórica que cambiaría la vida del ser humano en el siglo XX.
Los V1 eran una especie de aviones programados, que una vez sobre el enemigo apagaban su motor y se dejaban caer sobre el objetivo, pero pronto fueron interceptados por los radares aliados, y llegó un momento que eran derribados por los antiaéreos antes de que llegaran a su destino Sin embargo los V2 alcanzaban altitudes de más de 80 kilómetros, y después caían sobre el enemigo a velocidades supersónicas, no dando tiempo a realizar ningún tipo de defensa. De hecho los primeros V2 caídos sobre Londres se pensó que habían sido explosiones de gas debido a cañerías defectuosas. El terror que sembraron los V2 se debió principalmente a la total indefensión que tenía la población civil En un plazo de unos cinco minutos caían a trescientos kilómetros del lugar de lanzamiento. La gente se enteraba de la llegada de un cohete cuando éste ya había explotado.
Pero no es oro todo lo que reluce, y una vez terminada la contienda y analizada a fondo, podemos llegar a decir que los cohetes V2 llevaron a la ruina al Tercer Reich. A pesar de la utilización de mano de obra esclava, la fabricación de un V2 era carísima, tanto, más o menos, como un bombardero convencional, sin embargo mientras los bombarderos tenían múltiples usos, los cohetes solamente tenían un solo uso. El propio ministro de Hitler, Albert Speer, llegaría a decir que mientras los aliados lanzaban una media de tres mil toneladas de bombas diarias sobre Alemania, Hitler contraatacaba con unos treinta cohetes, llevando unas veinticuatro toneladas diarias de explosivos sobre Inglaterra. Pero otro de los graves inconvenientes de los cohetes fue que solamente un 30 % daban en el blanco. Y siguiendo con las cifras, diremos que mientras los bombardeos aliados causaban cerca de 600.000 víctimas civiles en toda la contienda, las víctimas causadas por los V2 andaban alrededor de 5.400. Pero donde los V2 causaron la mayor cantidad de víctimas fue en la fábrica de producción de Mittelwerk, donde más de 10.000 prisioneros murieron víctimas de las atrocidades nazis. Lo más probable es que si Hitler hubiera destinado sus esfuerzos a la fabricación de bombarderos y cazas, el desarrollo de la guerra hubiera tomado un camino bien distinto. El mismo Eisenhower escribiría: “…si las V2 hubiesen entrado en servicio seis meses antes, nuestra invasión de Europa habría resultado extremadamente difícil, quizás imposible.” De todas formas, fuera como fuese, los V2 lo único que habrían hecho sería alargar la contienda, ya que tarde o temprano llevaría a Estados Unidos a platearse lanzar una bomba atómica sobre Alemania. En definitiva, puede que la escasa operatividad bélica de los nuevos misiles evitara al pueblo alemán males mayores.