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lunes, 11 de octubre de 2010

Tsien Hsue-Shen. La idiotez norteamericana


China, junto con Estados Unidos y Rusia, son los únicos países que han puesto un hombre en el espacio. A nivel de lanzadores se encuentra entre los seis grandes, incluyendo a Europa, Japón y la India. Al igual que sus colegas comunistas de la Unión Soviética, el programa espacial chino sigue estando envuelto en un alto grado de secretismo y propaganda institucional, el cual hace que sea muy difícil conocer todos sus entresijos.

De igual manera que los programas soviético y estadounidense fueron liderados por genios como Korolev y Von Braun respectivamente, el programa espacial chino estaría a cargo de Tsien Hsue-Shen.


Tsien Hsue-Shen nació en diciembre de 1911 en Hangzhou, en un país lleno de conflictos políticos que desembocarían en La Revolución y el triunfo de los comunistas de Mao. De familia discretamente acomodada, realizó estudios superiores obteniendo el título de ingeniero mecánico de ferrocarriles en la Universidad de Jiao Tong. Sus excelentes notas le harían acreedor de una beca para ampliar sus estudios en Estados Unidos. En el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts obtuvo el doctorado en Ingeniería Mecánica, y dada su alta capacidad para las matemáticas pasó al Instituto Tecnológico de California, bajo la dirección del legendario ingeniero aeroespacial Theodore von Kármán (uno de los padres de la aerodinámica). Durante la Segunda Guerra Mundial fue reclutado por el ejército norteamericano, alcanzando el grado de coronel. Al finalizar el conflicto, él y Von Kármán fueron los primeros que viajaron a la Alemania derrotada para hacerse con sus especialistas y ponerle las manos encima a la V-2. Entre estos especialistas capturados se encontraba ni más ni menos que Wernher von Braun. Nadie podía sospechar por aquel entonces que el futuro padre del programa espacial chino estaba interrogando y evaluando al futuro padre del programa espacial norteamericano. Con la llegada del macarthismo y su caza de brujas, Tsien (aún ciudadano chino aunque ya había solicitado la nacionalidad americana) comenzó a sentirse acosado en el que ya consideraba su país. En 1950 fue acusado de pertenecer al partido comunista, siendo apartado de su trabajo e impidiéndole seguir investigando. Tsien decidió volver a China, pero fue detenido y puesto bajo arresto domiciliario durante cinco años. En 1955, durante unas conversaciones en Ginebra para intercambio de prisioneros de guerra, China puso como condición para cerrar las negociaciones que permitieran a Tsien volver a su país, accediendo el presidente Eisenhower a la petición. El secretario de la Armada Dan A. Kimball dijo años después: "Fue la cosa más estúpida que este país hizo jamás. Tsien no era más comunista que yo, y le obligamos a marcharse." Una vez en su país y partiendo de cero sería el impulsor de todo el programa espacial chino.


El caso es que uno de los mejores expertos en ingeniería aeroespacial de Estados Unidos y del mundo entero, fue deportado a la China de Mao a cambio de doce prisioneros de la Guerra de Corea. Con él se iban también una inmensa cantidad de conocimientos en su mente privilegiada. Debido a la ceguera, fanatismo, e idiotez norteamericana, nunca ninguna trama de espionaje suministró tanta información sobre cohetería y tecnología aeroespacial avanzada a una potencia extranjera de un solo golpe. Con este gesto los Estados Unidos exportaron prácticamente gratis un programa espacial entero a la República Popular China de Mao.

La historiadora Ellen W. Schrecker sostuvo:”...en este país el macarthismo hizo más daño a la constitución que lo que jamás haya hecho el Partido Comunista Americano”.

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