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jueves, 18 de marzo de 2010

La extraña muerte de Yuri Gagarin




La muerte de Yuri Gagarin(en la foto), es otra de las muchas historias que quedarían envueltas en un halo de oscurantismo en la Unión Soviética. En la mañana del 27 de marzo de 1968, Gagarin despegaba en un Mig 15, junto con su instructor de vuelo Vladimir Seregin. A las 10,30 de la mañana, los controladores de vuelo, perderían todo tipo de contacto con la nave. Tres horas después, helicópteros de reconocimiento encontraban los restos del avión cerca de la ciudad de Kirzhach. La escasa información de lo ocurrido, junto con la política opaca de la U.R.S.S., hizo que como siempre surgieran teorías de conspiración que añadirían más morbo al suceso.

Yuri Alekseyevich Gagarin, nació en 1934 en Klúshino, en el oblast de Smolensk, cerca de la frontera con Bileorrusia. De familia campesina, su infancia estuvo marcada por la invasión nazi en plena Segunda Guerra Mundial.



Una vez finalizados sus estudios, trabajó como obrero metalúrgico hasta 1954, año en que se apunta en el aeroclub de la ciudad de Saratov. Un año después, se matricula en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo. En 1957 se casa con Valentina Goricheva. Y en 1959 se presenta como candidato al cuerpo de Cosmonautas de la Unión Soviética.

La selección de cosmonautas, por aquel entonces, se realizaba en base a unas pruebas físicas, sicológicas y conocimientos técnicos. Entre más de tres mil candidatos, Gagarin consiguió meterse entre los veinte últimos finalistas, que pasaron a engrosar el cuerpo de cosmonautas, para luego ser seleccionado entre los cinco primeros para el proyecto Vostok, junto a una mujer, Valentina Tereskova. Solo faltaba por dictaminar quien tendría el honor de ser el primero en ser lanzado al espacio. Las puntuaciones de Gagarin en las pruebas no eran las mejores, sin embargo su carácter abierto, y amigable le hacía ganarse una buena reputación, no solo entre sus compañeros, sino entre sus instructores. La elección del primer cosmonauta pasaba por ser algo más que un perfecto profesional.



Los soviéticos sabían que si todo salía bien, el primer cosmonauta de la historia pasaría a ser todo un icono mundial, un personaje ejemplar, un símbolo, un arma propagandística, un relaciones públicas, en definitiva todo una estrella fruto de una gran nación y un sistema político como el comunista, ávido de ser imitado por otras naciones. El personaje que reunía estas cualidades era Yuri Gagarin, que además, como colofón procedía de una familia modesta, lo cual daba más realce al ideal comunista.


(Yuri Gagarin. Canal de Historia)

Después del histórico vuelo, la vida de Gagarin cambiaría por completo. Su íntima amistad con Nikita Kruschev le proporcionaría constantes ascensos en su carrera militar. Al chico joven, guapo, simpático y agradable, se le unían ahora: dinero, viajes, fiestas, potentes coches, alcohol, mujeres… En definitiva, los ingredientes idóneos de una vida desordenada que le acarrearía no pocos problemas.

Pero en 1964, la destitución de Kruschev como secretario del partido comunista, llevaría como consecuencia la decadencia en la vida social de Yuri. Con Breznev, no gozaría de las mismas prebendas de su antecesor. El alcohol y las mujeres le acarrearían constantes problemas familiares. Fue entonces cuando se tuvo que enfrentar a la corrupción del partido socialista, a las envidias de militares, e incluso de sus mismos compañeros cosmonautas que le reprochaban su fama por dar solamente una órbita a la Tierra en una nave completamente automatizada. En este momento, Gagarin dejaba de ser el joven ejemplar para pasar a ser una pesadilla en el partido. En un intento por sacarle de la crisis personal, Kamanin (jefe instructor de cosmonautas) le propuso volver a la vida activa de cosmonauta, proponiéndole para pilotar la nueva nave Soyuz que estaba prácticamente lista.

El 24 de Abril de 1967, la nave Soyuz 1 partía para el espacio con el cosmonauta Vladimir Komarov. Como reserva se encontraba Yuri Gagarin, lo cual quería decir, según el protocolo soviético para vuelos espaciales, que de salir todo según lo previsto el próximo en volar sería él. Desgraciadamente, las cosas no serían así, y el vuelo de la Soyuz 1 acabaría siendo la primera tragedia en vuelo de la exploración espacial. A su regreso a tierra, un fallo en el sistema de apertura de los paracaídas hizo que Komarov se estrellara contra el suelo, falleciendo en el acto.



Los viajes espaciales serían considerados a partir de ahora situaciones de alto riesgo, y la Unión Soviética no podía permitirse el lujo de perder el símbolo más preciado del momento. Por esta razón, Gagarin sería apartado nuevamente del programa espacial. Volvería entonces a su gran pasión, la aviación, para lo cual comenzaría una serie de cursillos de actualización, ya que en los últimos nueve años solamente acumularía unas setenta y cinco horas de vuelo.

El 27 de Marzo de 1968, saldría a dar una clase rutinaria con su instructor de vuelo, estrellándose contra el suelo en circunstancias que no fueron del todo esclarecidas. La versión oficial de los hechos apunta a una mala visibilidad en la zona, y a un descenso en picado del cual el avión no consiguió remontar el vuelo. También se apuntan como causas adicionales del suceso a errores del personal de tierra, que no informaron correctamente de la altitud de las nubes en la zona. Por otro lado, los análisis en sangre de los cadáveres no detectaría, como se dijo, que los pilotos hubieran consumido bebidas alcohólicas. Como era habitual en la Unión Soviética en aquella época, rápidamente los informes se archivarían y no se daría más difusión al accidente. Pero como siempre, todo lo que permanece oculto da lugar a comentarios y especulaciones, que complican aún más la situación de lo que se quiere ocultar. Una de las versiones conspiranoicas mas difundida, fue el posible asesinato de Gagarin por parte del KGB, ya que últimamente estaba resultando políticamente incómodo, y no era el personaje ejemplar que todos deseaban. Las demás, son tan rocambolescas que no merece la pena ni comentar.



En 1987 una comisión de científicos reabrió el caso, el cual analizaron con sofisticados programas informáticos, determinando errores importantes por parte de los controladores de vuelo. En primer lugar, dadas las circunstancias climáticas el vuelo debería de haberse suspendido. En segundo lugar, no se informó de la proximidad en la zona de un Mig 21. Y en tercer lugar tampoco se dio la altitud correcta de las nubes. También se dio como probable el mal funcionamiento de algunos equipos del avión. Según el informe, el avión tuvo que hacer un giro brusco quizás causado por la cercanía del Mig 21, las turbulencias desestabilizarían aún más el vuelo del Mig 15, haciéndole entrar en barrena. Por último los errores en los informes sobre la altitud de las nubes terminarían por confundir a los pilotos que se creían a más altura de la real, por lo que no tuvieron tiempo para eyectarse del aparato.



Extrañamente, Aleksei Leonov (primer cosmonauta en realizar un paseo espacial), miembro de la primera comisión que estudió el accidente, manifestó que veinte años después pediría revisar sus informes escritos de su puño y letra, y se encontró conque estos habían sido reescritos por otra persona. Claramente del segundo informe se desprende que algunas personas estaban salvaguardando los hechos para proteger su reputación. En la actualidad, parece probable que la ocultación de errores, y no una conjura política, sea la auténtica explicación del hermetismo en torno a las circunstancias del último vuelo de Gagarin.

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